Amor (¿¿Sexo??) Libre

Hagamos una Revolución de Amor y Libertad. (Q quise decir Sexo??)

La palabra “libertad”, es con toda seguridad junto con la palabra “Amor”, las palabras mas manoseadas, mistificadas, incluso prostituidas. Hasta el punto de haber perdido su significado.

Solo una persona libre, es capaz de amar. Pues son muchos los que creen amar y en realidad, están entrando en un simple juego de toma-daca, basado en la autoridad y la posesión, jugando a premio y castigo, como si el amor fuera un libro de contabilidad, en el que debemos apuntar en el debe y en el haber. ¿Y que me decís del sentimiento de culpa?, proveniente de esta sociedad castrante que es fruto de la moral mutiladora y prejuiciosa, autoritaria y posesiva, de las manipuladas enseñanzas de las religiones monoteistas.

Estamos en una sociedad, de pobres de espíritu. Alejándonos de consideraciones bíblicas, son los que no son capaces de amar y de ser libres. Freud los definía como infelices neuróticos, incapaces para el amor y la libertad.

Y todo porque entendemos amor como posesión,“tener”, contrario a la forma empática de “ser”, aprisionamos y dominados a la persona amada. Denominando “amor” a algo sofocante casi mortal que te debilita, poco a poco.

Decía Fromm en 1975, en su obra “Tener o Ser”: “lo que la gente llama amor la mayoría de las veces es un mal uso de la palabra, para ocultar que en realidad no se ama”.

¿Por qué nos engañamos llamando amor a esa ganas de poseer, someter y conquistar a otra persona? Sin duda somos frutos de una sociedad alienante que ha conseguido que consumamos compulsivamente, haciéndonos ver que existe una supuesta promiscuidad y, sin duda nos la han vendido también que hemos confundido términos y al “capricho” lo denominamos amor.

En esta sociedad donde nos cobijamos en el consumismo, como fuente de esperanza. Donde siempre que adquirimos algo, pensamos que hemos llegado al final de una meta, algo que de sentido a nuestra vida, me pregunto que si el consumismo nunca nos da la felicidad, no será de igual forma, las “relaciones para toda la vida” autoengaños que ocultamos bajo la palabra amor, una realidad que solo encierra dependencia y el aferrarse a alguien que, cosificándolo, es así convertido e interpretado como el anhelado objeto (mercancia), que nos libre de la agonía de la soledad, “un seguro de sexo y compañía de por vida” y algo con lo que encarar la tan temida vejez, antesala de la nunca asimilada muerte.

Nuestra sociedad, nuestra civilización, nos ha alienado de tal manera que hemos renunciado a los instintos o al menos hemos aprendido a reprimirlos, así se pasó del gozar a trabajar, de la reciprocidad a la productividad, de la desinhibición a la represión, del placer a la castración.

Ya lo decía Herbert Marcuse en "Eros y Civilización": “la libre gratificación de las necesidades instintivas del hombre es incompatible con la sociedad civilizada”. “La renuncia y el retardo de la satisfacción son los prerrequisitos del progreso”.

Con todo esto, solo quiero hacer un alegato en pro de la felicidad del individuo, un largo camino que debería empezar por el amor a uno mismo, pues cuanto menos se quiere uno a sí mismo, menos amor puede sentir por los demás Y más se engaña uno así mismo llamando amor a la posesividad.

Liberándonos y amándonos sin posesividad ni prejuicios, sociales o de fe emprenderíamos la senda hacia la felicidad, teniendo a esta como el epicentro de un nuevo mundo.

[url=http://www.redsatanica.com/rs/texto.cfm?id=4774&lang=1]Fuente[//url]

Muchos confunden el amor con la libertad y la libertad con el libertinaje de ahi que yo digo que para querer a alguien hay que ser maduro.

"Liberándonos y amándonos sin posesividad ni prejuicios, sociales o de fe emprenderíamos la senda hacia la felicidad, teniendo a esta como el epicentro de un nuevo mundo."

Si!!!, es puro prejuicio el que no deja ser feliz.

amen