Un historia entre todos...

Estaba pensando en hacer un post donde, en este caso, yo comienzo una historia y otro le da una continuación y así, pero una historia lo mejor elaborada posible.
EJ:

Primer sujeto: Había una vez un niño que fue a

Segundo sujeto: comprar un mandado, pero en el camino

Primer sujeto: Se encontró con una persona que dormía en

Tercer sujeto: el suelo como un vagabundo

Creo que con eso ya está bien explicado. Empecemos.
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Introducción

Toda acción grande puede comenzar con un pequeño paso de modo individual, de cierto modo es así, pero es una ilusión, para empezar una gran acción hay que nacer con la determinación necesaria, convencer su propia persona y ejecutar el primer paso. Ahora el dilema puede ser sobre como dar
el primer paso.¿Bastará con ir a un lugar cualquiera a "observar y aprender"? ¿Hay que ir con todo un proyecto planeado?... No lo se.

Siente el deseo de tu piel, de tu cuerpo, de tu mente. ¿Qué es lo que quiere? Satisfacer los instintos. Y ahora dime.¿Qué es lo que quiere tu alma y espíritu? Llegar al nirvana. ¿Hay algo más de satisfacer tus instintos o llegar al nirvana? Puede que si, puede que no. ¿Te gustaría hacer algo grandioso, que no sea alegórico ni vacío? Puede ser a través de un haz de luz, puede ser de una sombra, una sonrisa, una simple caricia, de un estallido, del fuego, o de una simple piedra.

Esto es el mundo, constantemente corroe a tu perseverancia, tus deseos y objetivos, al rumbo que decidiste forjar, con una mundana prueba de lo no-mundano. ¿Para qué?Para saber lo absurdo que puede ser, o para ocupar de puente a la próxima fase.¿Cómo será esa nueva fase?... No lo se.

Primer capítulo

Antes pensaba y decía cuando era más pequeño. -Quiero vivir solo, sin pareja, ni nadie que me moleste- Sin saber un "porque" definido, hasta que hace poco tiempo me acordaba y logré dar con el "porque" del asunto: Simplemente era una idea por la influencia de una persona que quería lograr una independencia y llegar a una vida individualista, entendía que quería lograr aquella persona, pero era de un modo abstracto. Después ese pensamiento fue cambiando a lo que sería "Me encantaría estar con una agradable compañia con la que llegue a los lugares más remotos y que estemos unidos hasta el fin de lo conocido". Solo era una ilusión alimentada por el entorno y llevada luego por mi instinto, que resulto ser una absurda mentira.

Por esta absurda mentira. ¿Qué podía ser real, consistente y satisfactorio? Era algo tan simple, como nombrar de lo que se ha formado el universo, lo más remoto y al alcance de la mano, es inconsistente pero real, es intangible pero se siente.

Segundo capítulo

Todo comienza con una concepción a media noche, en un pueblo de eterno invierno, dentro un simple hogar, en una casona de adobe, amplia y sombría. Se veía una familia, esperando a recibir a su nuevo miembro fuera de la habitación donde se ansiaba ver la manifestación de aquel ser, puertas adentro, las parteras ven la conmoción de la mujer que siente como de su cuerpo brota un ser que quiere comenzar con una vida. La familia estaba emocionada, queriendo ver a ese retoño correr por lugares llenos de prosperidad y felicidad, mientras deseaban que esa ilusión se vuelva realidad, en cambio lo que se obtiene fue escuchar un desgarrador grito seguido de un llanto. Los rostros de los familiares se volvieron pálidos y tristes, como si esa imagen de ver al retoño jugando y riendo se rompiera como un frágil cristal, como acto seguido una partera abre las puertas y solo se logra ver como lleva un bulto envuelto con sabanas blancas, junto con una misteriosa escencia, su rostro no se veía. Mientras avanzaba por un pasillo a la vuelta de la habitación, la luz de la luna hacía que solo se lograra ver el bulto que llevaba, ni su cuerpo ni su rostro se veía, solo unas manos llevandose una esperanza. Esos son los recuerdos más antiguos que tengo, de mi niñez extinta por el olvido.

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¿Quien la continuará ahora? Ya se... ¡¡Dios todopoderoso podrá!! jajaja ya no desvirtuaré más, para que se pueda continuar con el post. Saludos.

me voy de este foro... todo el mundo se burla de mi amado Jesus del gran poder....

pero ya en serio, lamento decepcionarte pero soy malicimo para este tipo de cosas, ojala y ahi venga uno que si sepa de la materia

dale y punto... cualquier cosa editas, si yo estoy a un nivel de aficionado...

no parece escrito por un aficionado, y pss jamas lo he hecho pero bueno voy a intentarlo y cualquier cosa edito:

Capitulo 3

Y en este preciso momento, recordando todo lo que fue mi vida y mi niñez, todas las desilusiones que sufrir al abrir los ojos y ver que todo lo que se es una linea de mentiras e ilusiones que se forman dentro de mi. Ahora que lo se veo al mundo con otros ojos, unos mas reales y pesimistas, después de una vida llena de fracasos y desilusiones disfrazados de triunfos y victoria, llego a preguntarme ¿Que sentido tiene seguir viviendo?.
Ninguno, no se si una vida como esta es digna de ser vivida, llegado a este punto ya no se que hacer, que pensar, en quien confiar, o porque razón levantarme todas las mañanas a ver este mundo tan vació y despreciable, ¿Suicidio?, lo he pensado pero me he dicho a mi mismo¿Soy un cobarde?, ¿es acaso una salida fácil?, en este momento no puedo evitar pensar que esa es la única forma en la que la vida puede ser mas miserable



mmm le di una vuelta de 360º a la trama, creo que siendo tu y yo los únicos usuarios activos te corresponde seguir
a ti

Fenriz escribió:mmm le di una vuelta de 360º a la trama, creo que siendo tu y yo los únicos usuarios activos te corresponde seguir a ti

Lo continuaste pero cerraste la trama, le diste final cuando estaba comenzando...

Estos son los cambios que le he hecho a la historia:

Introducción

Muerte, tan poderosa y oscura, con sombrías manos te despojan delicadamente cuando llega el momento, hasta lugares inimaginables, a lugares que jamás serán conocidos en vida, a un universo intangible.

Primer capítulo

Todo comienza con una concepción a media noche, en el pueblo del eterno invierno, dentro un simple hogar, en una casona de adobe, amplia y sombría. Dentro de esta casona había una familia, esperando a recibir a su nuevo miembro desde fuera de la habitación donde estaba el parto, ellos ansiaban ver la manifestación de aquel ser, mientras que adentro, las parteras ven la conmoción de la mujer que siente como de su cuerpo brota un ser que quiere comenzar con una vida. Todos estaban emocionados, queriendo ver a ese retoño correr por lugares llenos de prosperidad y felicidad, deseaban que esa ilusión se vuelva realidad, hasta que de pronto se escucha un desgarrador llanto. Los rostros de los familiares se volvieron pálidos y tristes, como si esa imagen de ver al retoño jugando y riendo se rompiera como un frágil cristal, como acto seguido una partera abre las puertas y solo se le logra ver un bulto de sabanas blancas entre sus brazos, su rostro no se veía. Mientras avanzaba por un pasillo a la vuelta de la habitación, la luz de la luna hacía que solo se lograra ver el bulto que llevaba, ni su cuerpo ni su rostro se veía, solo unas manos llevándose una triste ilusión. Estos son mis recuerdos de mi niñez extinta por el olvido.

Segundo capítulo

Acá estoy, en las zonas colindantes con el pueblo del eterno invierno, junto a mis padres de casi 50 años y yo con 19 años, mi padre es un señor de estatura mediana, pelo cano, con vestiduras gastadas de lana y zapatos de cuero, mientras que mi madre también de pelo cano y casi la misma altura, llevaba un abrigo que la cubría hasta los tobillos, de un color oscuro, en su cabeza llevaba un pañuelo de una delgada tela de color verde algo grisáceo, mientras que yo llevaba un chaleco gastado de color gris, y unos pantalones del mismo color.

Apartado de las estridentes urbes, llegamos allí como consecuencia de no superar la muerte del recién nacido, todos se fueron por su propio rumbo con absoluto individualismo, resultando de esto, que solo mis padres y yo nos mantuviéramos juntos, pero no fuimos capaces de sustentarnos y embargaron casi todo lo que teníamos, con el dinero restante decidimos comprar un pedazo de tierra y vivir de ella, pero terminada la casa, nos quedamos sin destino.

Descansando en una roca, que quedaba a una distancia para admirar una cascada sin mojar, de modo esporádico, dentro del hogar donde vivo ocurre lo inesperado, mis padres comienzan a discutir, de una simple molestia llegaron a los golpes, de pronto, mi madre sale de la casa donde discutían con el rostro ensangrentado pidiéndome auxilio hasta donde estaba, desconcertado la sigo hasta donde estaba mi padre, pero llegamos tarde, solo vimos sus convulsiones y mientras sus ojos fueron perdiendo pigmentación y sabíamos que nada podíamos hacer. Pasaron las horas y ella aun miraba con melancolía el cadáver de quien alguna vez fue su amor y su compañero sin tocarlo. Comienza a anochecer, prendo unas velas y mi madre decide pararse e irse a su dormitorio a descansar, desde afuera de la habitación solo se oían llantos y gritos desesperados, lamentando aquella situación con una despedazadora tristeza. En eso de que ella estaba dentro de su habitación, tomo una pala y busco un lugar digno para enterrar aquella persona que alguna vez vivió, seguí buscando hasta llegar a un enorme árbol, tomé la pala y comencé a excavar debajo de su sombra hasta llegar a crear una profunda fosa, antes de medianoche, me devolví a buscarlo y el cadáver desapareció, desde una de las ventanas de la casa veo a mi padre erguido, desde lejos mirando hacía adentro de lo que fue su hogar, sin vacilar fui corriendo detrás de él, pero me encuentro con un río, que hasta hace unos días no existía, interfería con el camino, miré hacía abajo para ver por donde podía seguir, cuando subo la vista él ya no estaba, por lo que solo me devuelvo con decepción, pero veo desde la anterior ventana a mi madre viéndome fríamente, cuando estoy a pasos de entrar a casa escucho el golpe de la puerta haciendo volver a los llantos.

Tercer capítulo

Al otro día, en la mañana, desayunando con mi madre con los últimos alimentos que nos trajo mi padre, ella solo me da una sonrisa, como si todo estuviera bien, solo la miré y le pregunté -¿Cómo estás?- y ella responde -Bien, solo te pido, una cosa- con intriga respondo -¿Qué cosa?- y me mira a los ojos y dice -Sé feliz- solo atino asintiendo con la cabeza. Al rato después salgo a buscar algo de comida, busco donde trabajar y no me aceptan por mi escasa experiencia, al atardecer, desesperado comienzo a buscar incluso algo que llevar y dentro de un restaurante habían platos y mesas donde han dejado restos de comida, cuando veo una bolsa de tela la tomo y me dirijo corriendo a robar unos platos recién servidos, con carne asada y unas papas, el mesero me intenta de detener tomándome del brazo, pero lo golpeo en la cara, el mesero cayendo derribado permite mi salida, seguí corriendo hasta una plaza que había carca, me subo a un árbol y cerca veo pasar a los del restaurante, el mesero golpeado y una persona que supuse que era su empleador, solo pasan caminando como si ya no tuvieran oportunidades de capturarme, al rato se devuelven sin recompensa alguna decepcionados por permitirme escapar. Cuando entran al restaurante, bajo del árbol, y comienzo mi ida apresurado al hogar donde vivo -Por hoy nos alimentamos- pensé, pero sabía que esto no podría ser siempre así, que esto solo debería ser excepcional.

Al otro día, habiendo lluvia, como un impulso a producto del sentimiento de culpa y abandono, tomo la decisión de ir a confesarme en una iglesia, comienzo caminando por variadas calles de toda índole, desde calles con lujos e idolatrías, hasta callejones repleto de vagabundos, prostitutas y bandidos, estuve así durante toda la tarde de aquel día, hasta que quise desistir porque ya estaba anocheciendo, tomé un camino para irme que aparentaba ser un atajo hacía mi hogar, pero resultó ser que era un camino del cuál no había transitado antes, era un camino en las faldas de un cerro, sin ningún tipo de pavimento. Entrando a esta iglesia vi a un sacerdote que estaba golpeando la puerta de una habitación que estaba a los costados de las sillas de misa, estaba gritando -¡Abre por favor!-, mientras seguía gritando y golpeando la puerta, sin vacilar el sacerdote me mira y dice -Ve a traer ayuda, hay una persona en peligro-, lejos de ir a buscar gente que ayudara, fui a tomar una vara metálica que había a la entrada, empujo al sacerdote y golpeo la puerta hasta destrozarla y permitir la entrada, entro armado con la vara, mientras el sacerdote me sigue, ambos cuando estábamos dentro creíamos que no había nadie, hasta que calló ceniza del techo, ambos dirigimos la mirada hacía el techo y solo nos encontramos con un cadáver incinerado clavado con estacas por todo el cuerpo, el sacerdote se arrodillo con las palmas en alto diciendo -Líbrenos señor-. Después de esto el sacerdote, se sienta en una de las sillas de misa que habían fuera de la habitación y me comienza a hablar -No se que pudo haber sido, ella era una buena persona- me siento cerca de él y respondo -¿Qué era ella?- -Monja- dice el sacerdote, -Pero ¿no habrá sido consecuencia de que era buen persona? - la mirada del sacerdote solo se limita a la tristeza -Dios tiene un modo muy especial para elegir, seguramente ya era hora de que se fuera y dime ¿a qué haz venido?- respondo -A confesarme señor- el sacerdote hace un gesto asintiendo que comience a confesarme, empecé a contarle sobre la muerte de mi padre, luego del comportamiento de mi madre y de lo que tuve que hacer para obtener alimentos el día de ayer, el miró hacía el suelo un momento y al levantar su rostro dijo -Robar es un pecado, la muerte de tu padre es lamentable y más aun que tu madre esté muerta en vida, Dios tiene buenos deseos con toda persona, si te arrepientes él te perdonará, pero si vuelves a caer y no sales del pecado terminarás en algo peor- antes de responder el prosigue -No digas nada, ve a casa, tu madre te necesita y ya es de noche-. Llegando a casa, no encuentro a mi madre, por lo que salgo a buscarla por todas las zonas cercanas, hasta llegar al árbol donde enterré a mi padre, donde la veo colgando del cuello con una soga en una gruesa rama de aquel árbol.